REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Amamos sacarnos provecho
con prendas que marquen nuestras curvas y nos hagan lucir guapísimas y,
por qué no, sexys. Pero ¿qué pasa cuando esto afecta nuestro organismo?.
Infecciones vaginales: Uno de los más conocidos,
pues al no dejar espacio a tu zona íntima para respirar, se produce un
exceso de humedad que ayuda a la sobreproducción de los hongos causantes
de la candidiasis.
Problemas de circulación: Cuando usas muchas prendas
con elásticos, como leggins o medias, éstas hacen presión, impidiendo
que la sangre fluya como debería. A la larga no sólo hará que tus
piernas se hinchen o adormezcan, sino que pueden aparecer várices.
Celulitis: Sólo escuchar esta palabra nos causa
escalofríos, sin darnos cuenta que esos skinny jeans la pueden estar
agravando. Como se trata de un problema que tiene que ver con la
circulación, si ésta no se da correctamente, la piel de naranja jamás
cederá.
Mala oxigenación: En caso de que ames las blusas o
playeras entalladas, entérate que estás evitando que el aire pase de
manera correcta y que tus pulmones se expandan, lo que da pie a una
respiración corta y en consecuencia menos oxígeno para tu cerebro. Por
eso te cuesta tanto trabajo concentrarte.
Reflujo y acidez: ¿Crees que no hay relación entre
tus broncas de digestión y el uso de la talla adecuada de pantalón?
Estás en un error. Cuando tu estómago está ‘aplastado’ no tiene chance
de dilatarse durante este proceso, por lo que los ácidos suben hacia tu
esófago.
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